25/2/10

Por el nombre del padre

Nova entrada de Hemisferio XX

20 años de prisión por tenencia de explosivos. Cuando Elena Morote oyó la sentencia que la condenaba no lo podía creer. El juicio había durado solamente dos horas y media, su abogado no pudo intervenir más que 10 minutos, y a pesar que no se probaron los cargos, ni había testigos que apoyaran la acusación, la declararon culpable y la condenaron, según ella, por ser hija de su padre, Osmán Morote, el número dos de Sendero Luminoso. “Me dijeron que yo pertenecía a una de las familias más sanguinarias del país y que por eso no me iban a dejar salir”. Tras pasar 13 años de condena, se anuló su juicio por irregular. Hoy, Elena vive refugiada en Chile, pero todavía de noche, cuando duerme, vive atrapada en el correccional.

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